sobre los perros

Existen personas a las que no les gustan
los perros.
Estas,seguro,no tuvieron en su vida
a un amigo de cuatro patas.
O si lo tuvieron, nunca miraron dentro de aquellos ojos
para pecibir lo que había allí.
Un perro es un ángel
que viene al mundo a enseñar amor...
¿quien puede dar mas amor incondicional?
Amistad sin pedir nada a cambio
Afecto sin esperar retorno
Protección sin ganar nada
Fidelidad 24 horas por día
Ah¡ no me vengan con eso
de que los padres hacen eso
porque los padres son seres humanos
y cuando les agredimos
ellos se irritan y se enojan.
Un perro no se enoja
aún cuando tu lo agredas,
el retorna cabizbajo
pidiendo disculpas por algo que tal vez no hizo
lamiendo tus manos para suplicar perdón.
Algunos ángeles no tienen alas
tienen cuatro patas, un cuerpo peludo
nariz de pelotita, orejas de atención
miradas de aflicción y carencia
A pesar de esa apariencia
son tan ángeles como los otros(los que tienen alas)
y se dedican a los seres humanos
tanto o más que cualquier ángel
acostumbrado a dedicarse.
A veces, un humano viste la capa de ángel
y sale a la calle en busqueda de captar
algunos ángeles abandonados a su propia suerte
y les cura las heridas, los alimenta y abriga
sólo para tener la sensación de haber
ayudado a un ángel.....
Dios cuando nos hizo humanos sabía que
precisaríamos de guardianes materiales que nos
quitasen del cuerpo las aflicciones de los sentidos
y nos permitiesen sobrevivir a cada día.....
Con casi nada, aún con la mirada
y los lamidos de un perro....
¡ Que bueno sería si todos los humanos
pudiesen ver la humanidad perfecta de un perro¡
No abandomes a los perros, ellos nunca lo harían con nosotros.

Creo que tienes razón... Y como viene con el tema, voy a copiarte lo que escribí cuando se nos murió Chuchi. Antes se nos fue Gus... Ahora nos queda Capricho, cariño y compañía en tanto tiempo que paso sola.



Pequeña- apenas 7 kilos-, gordezuela, paticorta, un feo morro oscuro y achatado, orejas pequeñas,ojos redondos y saltones que hablaban al mirarte, y un suave manto de pelo canela, rubio y blanco cubriendo su cuerpo, rematado por una cola rizada que hablaba con sus movimientos casi más que sus ojos.



Eso fue lo que me encontré una mañana en un rincón del comedor. En sus ojos había recelo, casi miedo, pero su aspecto no daba a entender que lo hubiera pasado demasiado mal: mi hijo y su noviala habían recogido al verla despistada cruzando la calle a punto de ser atropellada... y la trajeron a casa.

Mi primer impulso: poner el grito en el cielo y decirles que se la llevaran a donde la encontraron, que quizás la estarían buscando... pero no tenía ni collar.

Aunque, lo primero, al veterinario con ella.. ¡a saber lo que podía traer! ... Y traía... menos identificación de sus anteriores dueños , ¡vaya si traía! : un tumor en uno de los pechitos, asma, insuficiencia cardiaca... ¡ un regalo! y un motivo claro (nunca una justificación) del porqué la habían abandonado.

Broncas, regateos con el chico: una semana le di para "colocarla". Temía la reacción de Capricho,mi pastor alemán, temía el trabajo que sin duda otro animal nos iba a dar; encima, perra, ¿qué pasaría cuando tuviera el celo? ¿cómo afectaría a la tranquilidad de nuestro macho?

Mi hijo me conoce... pero aunque no me hubiera conocido,esa perrilla sabía hacerse querer. Tranquila, zalamera, agradecida, sin hacerse de notar salvo para "poner en su sitio" a Capricho (quién lo diría... una "monicaca" que cabía bajo las patas de Capricho y aún sobraba sitio... era capaz de poder con él con solo un par de ladridos cortos y rotundos).



A mí me ponía de mal humor... le decía: ¡pero bueno... si eres tú la que le has quitado el sitio!

Y ella recogía su colita entre las piernas y me miraba con tal carita de pena que no tenía más remedio que reírme.

Tomaron la costumbre de quitarse el uno al otro la comida de sus cuencos respectivos, pero ella (hembra al fin y al cabo - decía mi padre, muerto de risa- ) acompañando de regañinas con sus ladridos a Capricho y el otro "quitándose de en medio", por si acaso.

Los sacábamos a pasear y era ella la que tenía que ir atada para que siguiera nuestro ritmo y no campara por sus respetos al ritmo de sus cortillas patas.

Era mimosa, suave, agradecida en todo y por todo... besaba por donde yo pasaba buscándome siempre... manteniéndose siempre cerca, atenta.

Sabíamos que estaba malita, pero nunca piensas que se te pueda ir, y menos, así, con esa sensación de impotencia, de no haber podido hacer más por ayudarla, por aliviar ese mal rato de asfixia... cuando mi hijo me avisó ya casi estaba abandonada ... se recuperó, se espabiló en mis brazos, pero se ahogaba y me miraba, y me decía con esos ojos enormes que agradecía lo que le hacía, pero no servía.

La llevamos a urgencias : un edema pulmonar... sus pulmoncitos encharcados y su corazón dañadito trabajando a tope... pronóstico reservado. La dejé, aún así, con algo de esperanza.

Estaba tan malita que ni protestó cuando nos separaron... A las 6 de la mañana, la llamada, y la terrible sentencia: ya no la veremos más.

Sí, puede parecer exagerado para quien no tenga animales consigo, pero estuve ese día tan atontada, tan serena pero "ida" como cuando murió mamá y tuve que encargarme de todos los trámites.

Y me falta... esa cosita tan pequeña de tan solo siete kilos... ese pedacito de carne que tan importante me hacía sentir, que tanta alegría me daba.. para la que yo era "lo más" sin ninguna duda... ha dejado un vacío que el tiempo se encargará de suavizar, lo sé, pero que siempre estará ya ahí, como Gus, el primer perro que tuve.

Evitamos hablar de ella... Capricho se bebió por última vez su agua y los restos de su pienso , esta vez sin su regañina, y pasa el día olisqueando, sé que buscándola.

Te echamos de menos, Chuchi. Si sirve de algo, el desprecio de los que te echaron de su lado sin importarles lo que eras y significabas, sirvió para que te pudiéramos tener y disfrutarte.

Descansa en paz. (10-08-2007)

Yo tengo una perrita que se llama Heidi y tiene ya 14 años conmigo, todos los dias sea la hora que sea no importa, esta a punto para venirse conmigo haga frio o calor nunca se queda en casa, un dia que la dejé porque tenía una reunión al intentar cruzar la calle buscandome, pasó un coche a mucha velocidad y me la atropellaron, tendrias que ver la carita que ponia cuando la llevamos al veterinario sabiendo que no le ibamos a fallar con todo el craneo al aire la patita destrozada y saliendole la sangre a borbotones, cuando la vió el veterinario lo primero que dijo fue que lo mejor seria pincharla para que muriera en paz a lo cual me negue rotundamente, la llevaron al quirofano y se tiraron tres horas con ella recomponiendo todo lo que le faltaba, estubo tres dias en la uvi de la clinica con goteros y luego en mi casa a mi lado, me pasé noches en vela a su lado y hoy es el dia que aun sigue en casa, vieja, sorda, un poco atontada pero con una cara de agradecimiento que ya quisieran muchos humanos verla, se que un dia no muy lejano ya nos dejará pero siempre tendré
el orgullo y la convicción de que nunca la abandoné costara lo que costara, para nosotros es una mas de la familia y ya quisieran muchos tener un amigo tan incondicional como un perro.
Gracias Mar|an por contestar
Un beso juan1000